2 de septiembre de 2012

La impotencia se apodera de mi.

Pensar que de ser todo, eres nada.


¿Contradictorio verdad? Pero sabemos que muchas veces a lo largo de nuestra vida nos pasará eso. Eres todo, y en cuestión de milésimas de segundo eres nada. Yo no escribo sin motivo alguno, escribo .. ¿por qué escribo?
Hace unos meses era todo. Mis estudios iban regular, pero aún así yo era feliz. ¿Y ahora? No llego a los límites. Tenía esa chispa a mi lado que me ayudaba a salir adelante. Ahora, sí es cierto, la sigo teniendo pero no al cien por cien como antes, solamente a un cuarenta o un treinta por ciento. ¿Es triste, verdad? Perder ese 'algo' por otro 'algo' causante del primer 'algo' y provocador del segundo 'algo'. Sé que es muy lioso, pero que deciros: yo me entiendo.
¿Pero de que me serviría perder el tiempo lamentándome de lo que no fue? Algo he aprendido en estas casi 18 primaveras y es que, si algo sale mal: sonríe. No hay cosa que más haga daño a la otra persona que cuando te han tocado y hundido, salgas con tu mejor sonrisa. 
¡Dejad de darle importancia a cosas que no la tienen! Acaso, ¿acaso ell@s piensas en vosotros, como vosotros en ell@s? Pensarlo durante diez segundos... Yo creo que no. Siempre será un poquito más o un poquito menos, o incluso nada. Normalmente, se tiende más a lo último. ¡Dejad de preocuparos por todo el mundo y centraros en vosotros mismos! Eso decían...
Soy yo, la que está hablando de sonreír y sacar esa fuerza interior para salir adelante, pasar página, punto y aparte... Y soy todo lo contrario. La primera que se preocupa antes por los demás que por ella misma. Puede que vivamos en un mundo donde lidera el egoísmo, pero ¿que nos queda? ¿Sufrir? ¿Que nos traten como perros? 
No, no... para nada. Hay que ser un poco más egoísta con el mundo, y pensar primero siempre en ti. Luego ya, viene lo demás. ¿Que les molesta? Pues que les den...


— Estoy en proceso de aprendizaje...




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