Es increíble el cariño que puede llegar a dar un animal, sobre todo he de destacar el cariño de los perros. Cuando Khira -mi perra- llegó a casa apenas tenía dos semanas de vida, y enseguida con sus 'niñerías perrunas' como intentar colarse en una maleta y quedarse como un balancín debido a su pequeño tamaño; como el querer comerse todas las colillas que veía por la calle, etcétera. Me hace sonreír cada vez que recuerdo todo aquello, como e día que la enseñé a subir y bajar escaleras, y hoy en día, después de tres años y medios esta pequeña-grandona sigue dando guerra a pie de día.
Ya sea por la mañana saltando a tu cama para despertarte a lametones, para acostarse a tu lado cuando estás triste o cualquier día que tienes frío. Es indescriptible el cariño que puede llegar a dar un animal.
Khira, te quiero mi perruna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario