Un día más en mi vida. Una hora más, un minuto. Una persona extraña que te cruzas por la calle. Que te fijas y piensas ¿por qué no existe gente así en mi vida?. Un paso más, un paso menos. Oportunidades que pierdes. Palabras que se lleva el viento. Momentos guardados en una caja de papel. Sonrisas y lágrimas...
En este momento de mi vida no sé ni donde me encuentro, no sé si soy quien soy, o quien quiero ser.
Sé que las personas no cambian por que quieren, pero si sé que poco a poco pueden llegar a ser algo mejor de lo que son, ya sea por su forma de hablar, de andar, o de vestir, quien sabe.
Siempre he pensado que quería a esa persona en mi vida, que era la persona perfecta, que me comprendía, que era todo para mi en ese momento, pero ahí va mi pregunta ¿cuántas veces nos hemos tropezado por un simple impulso tonto? Creo conocer la respuesta y seguro que no lo podemos contar con los dedos de la mano..
Siempre pensamos en esos príncipes azules, que están con sus princesas. Que las llevan el desayuno a la cama y las despierta con un beso y un "Buenos días princesa". Que te diga te quiero susurrándote al oído. Pero creo que esta última parte la he vivido. Mil te quiero al oído de la forma más inesperada, que te ponga los pelos de punta. Que te trate como nadie. Que sientas esa física y química entre ambos.
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