19 de septiembre de 2013

Del futuro no se que será, pero será a tu lado, yo seré algo tuyo y tú MI ETERNIDAD.

Días, días, días....
Días en los que sólo te apetece a estas horas de la noche sentarte a escribir, hablando de él, porque es lo único que se te viene a la cabeza antes de irte a acostar. Nada de estudios, ni programas de televisión, ni cotilleos televisivos como de amigueos. Nada de nada, sólo él con sus ojos azules y su sonrisa.
Se acabó el verano, y que ganaaaaaaaaaaaaas inmensas de que llegue el invierno, con sus sudaderas, sus pañuelos (ó bufandas) gorros, etc.

Hablando de verano... ¿A quién no le gustaría vivir en un verano, en la playa, con el mar y la brisa constantemente?
Muy pocas personas tienen ese lujo. No hablo de calor solar, ni de playas de arena, ni de brisa marítima, ni si quiera de olas, o de agua con sal... Llamemos a ese 'lujo' al estado de enamorarse. Pocas personas podrán decir que lo están, lo han estado o que lo estarán (depende de la persona, porque viendo los tiempos que corren, con nuestra amiga la fiesta y el acompañante que va con unos grados de más, la cosa no parece funcionar), tal vez porque las que dicen que lo 'han estado' ha sido porque se han dado cuenta cuando han perdido a la persona -te las cuenta de lo que tienes, cuando lo pierdes (más preciso)-, otras sin embargo dicen que lo 'están' sin saber ni si quiera lo más mínimo de que es amar a una persona. Y otras que por su manera de ser, actuar o relacionarse con las personas, como la falta de empatía les lleve a tal estado en sus vidas en las que no consigan encontrar a la persona ¿ideal? para pasar el resto de su vida a su lado, ya sea porque les dejaron pasar, o porque la suerte no está de su parte.
En cambio, ese mínimo porcentaje, no creo que llegue ni al 10% seremos esas personas que sabemos apreciar a la persona que tenemos a nuestro lado. Con su nombre (Mario) y sus apellidos (GG) que desde ese día se convertirá de una manera u otra, en una persona muy especial en nuestras vidas.

Yo, del futuro no se que será, no soy adivina ni lo más mínimo, pero siempre a corto plazo tienes una ligera idea de lo que quieres en tu día a día. Yo quiero, -miento-, yo le quiero a él. Quiero vivir en nuestro 'zulo, cueva, habitación', lo que demonios sea a modo de playa, quiero notar sus caricias como cual brisa del mar, quiero oír su voz como el sonido de las olas del mar... Y así poco a poco ir formando mi verano moral (donde no hay lugar para el enfado) con esos pequeños detalles que hacen que él sea la persona más importante para mi, en el presente y en el futuro. Porque desde aquella noche de otoño en un primer contacto, como en el cumpleaños, como en cualquier día se ha sabido ganar mi corazón, de una manera que no sabría ni explicar aunque escribiera un libro ahora mismo. Es un sentimiento distinto, es un sentimiento que atrapa, que no quieres saber nada más de la realidad cuando le miras a los ojos, cuando te agarra y te abraza en la calle, por las noches antes de dormir. Es un sentimiento único, potente, especial, acogedor... Es tan bonito sentir como se te encoje el corazón cada vez que le ves, y si hablamos de hacerle sonreír y que se olvide de lo malo que es el mundo, no hay mayor regalo que el de su sonrisa. Su felicidad, es mi felicidad. Sólo quiero su felicidad duradera.
Con esto, mi pequeño pitufín, mi pequeño saltamontes, mi pequeño Pinocho... Sólo quiero decirte que paras el tiempo cada vez que estoy a tu lado, que las horas son minutos, y los minutos segundos. Gracias por tratarme como una reina, por cuidarme, por traerme los desayunos en las mañanas de verano. Gracias sobre todo, por darme la oportunidad de estar a tu lado, por dejarme disfrutar de tu sonrisa, de ti. Gracias por ver en mi que soy diferente, que valgo la pena. Gracias por amarme, por demostrarme día a día que lo haces. Gracias por esos ratos a tu lado, las llamadas por la noche antes de dormir, el dormir mientras escucho tu voz por teléfono... Gracias por aparecer debajo de mi ventana y tirarme mini-barras de pan por la ventana para que me asome. Por cada beso, cada caricia, cada día a tu lado: gracias.

Te prometo, que te amaré hasta el fin de mis días. 
Gracias por hacerme ver, que mi futuro lo tengo ya a mi lado. Gracias por ser tú.


Si tengo que hablar de una fecha, me quedo
con un mes: enero; un día: catorce; un año MMXIII. 

Te amo ♥

No hay comentarios:

Publicar un comentario