Cuando empezaba a vivir en aquella calma, llega algo que vuelve a perturbar mis sueños. Miedo. Temor. Pánico. Miedo de que todo se repita, de volver a pasar por aquel mes... De repetir noches llorando, de repetir todo aquello que dejé atrás el día que decidí superarlo. ¿Volver a todo aquello? No me lo puedo permitir, trato de autoconvencerme, pero mis pensamientos me traicionan. Y lo peor, empiezan a hacerlo mis actos.
La confianza no falla, pero no entiendo porque me está pasando esto. ¿Por qué ahora? Parece que ese corazón roto nunca acabó por cicatrizar, quizás ni se empezó a curar y sigue tan frágil como aquel triste día de junio. Quizás mi corazón tiene miedo, tiene miedo a volver a romperse, tiene miedo de que alguien más lo pisotee. Tiene miedo de que alguien le haga tanto daño que tenga que recurrir al dolor físico como evasión. De cada golpe que recibe, nace un trozo nuevo. A veces hasta pierdo la esperanza y dicen que es lo último que se pierde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario