20 de octubre de 2012

Volvió a pasar.

Una tarde de otoño, con su frío, sus gotas de lluvia, con buscar un lugar donde no pasar frío. Una tarde cualquiera donde te encuentras con tus amigas y con nuestras conversaciones por aquí y por allá. Entonces, pienso y digo ¿existen las casualidades? 
En ese momento no me imaginaba nada de lo que pasaría una hora más tarde, que con un simple '¿que hacías ahí?' se cambió todo el rumbo de la noche. Todo apuntaba a ser una noche tranquila, y fue más que una noche. Volví a estar nerviosa, a ser un manojo de nervios manejado por tu cuerpo. Esta vez eso de esconderse, quedó a un lado. Dos personas andando bajo la tenue luz de las farolas de este pueblo. Personas que nos conocían y otras que no nos vieron hacer nuestras gilipolleces. Conversaciones llenas de recuerdos....
'¿Cuántas veces hemos estado tu y yo así?'
Demasiadas, contesté. Éramos un tu y yo, un nosotros, un algo esperado o inesperado. No podía ser más feliz en ese momento, por que no se podía. Que llegue la hora de despedirnos, y que cada vez me agarres con más fuerza por que no quieres que me vaya .....


¿Qué decir? Le quiero.......

No hay comentarios:

Publicar un comentario